“No hay mejor masa que esta: es ideal para pizzas y panecillos.”
- En un recipiente hondo, coloca el agua tibia y disuelve la miel o el azúcar. Agrega la levadura y mezcla bien, luego déjalo reposar durante unos 10 minutos en un lugar cálido hasta que se active y forme espuma.
- Luego, agrega la mitad de la harina y la sal, y mezcla con una cuchara hasta que la mezcla esté uniforme. Agregando gradualmente el resto de la harina, amasa bien hasta obtener una masa suave y elástica.
- Deja que la masa repose, cubierta, en un lugar cálido durante 1 hora o más, hasta que duplique su volumen. Luego, agrega el aceite de oliva y amasa suavemente hasta que se absorba.
- A partir de este punto, puedes dividir la masa en bolas más pequeñas y formarlas, engrasarlas y colocarlas en un recipiente engrasado. Luego, cúbrelo con papel film y déjalo en el refrigerador hasta el día siguiente.
Las bolas de masa preparadas pueden conservarse en el refrigerador durante tres o cuatro días, y según sea necesario, puedes sacar una bola y formar una fina capa para pizza o panecillos. Coloca la bola de masa sobre una superficie enharinada, espolvorea harina encima y extiende la masa con las manos, dejando un borde ligeramente elevado en los bordes.
Por supuesto, la masa se puede usar el mismo día que la prepares, solo asegúrate de dejar descansar las bolas después de formarlas durante unos 10 minutos. Durante ese tiempo, puedes preparar el relleno.
Nuestra sugerencia para el relleno es cortar algunas cebollas en rodajas y saltearlas a fuego lento con una cucharada de mantequilla y un poco de aceite de oliva. Sofríelas, revolviendo constantemente, hasta que se caramelicen y se ablanden. Retíralas a un lado.
Cuando estires la masa para pizza/panecillos, intenta que sea lo más delgada posible. Con los dedos, forma un borde elevado y vierte las cebollas salteadas sobre la pizza junto con la mantequilla en la que se cocinaron, coloca algunos trozos pequeños de mozzarella y espolvorea queso parmesano rallado. Hornea en una bandeja o plato previamente calentado a la temperatura más alta durante aproximadamente 8 minutos.
Si colocas salsa de tomate en la pizza, úntala en una capa muy delgada y pincela toda la superficie, incluidos los bordes, con un pincel de cocina. Agrega rodajas finas de jamón, queso rallado y pimientos o lo que desees según tu gusto.
Recuerda que la masa no debe estar demasiado cargada con ingredientes para que se hornee bien. Todo lo que quieras agregar se puede hacer después de que la pizza esté horneada y aún esté caliente.
Lo mismo se aplica a los panecillos de queso: estira la masa con mantequilla derretida encima, espolvorea un poco de parmesano o ralla queso, luego corta en tiras y hornea, tal como se describió para la pizza.”