Estas hermosas y deliciosas rosquillas de princesa se pueden hacer en menos de media hora.

1. Hervir agua, margarina y azúcar. Mezclar la harina con el polvo de levadura y verter en la mezcla caliente. Reducir el fuego y revolver hasta que la masa sea compacta y comience a desprenderse de los lados del recipiente.
2. Volcar la masa en otro recipiente, estirarla un poco en el fondo y los lados para que se enfríe más rápido. Al enfriarse, agregar los huevos uno por uno, batiendo con una batidora. Cuando el primer huevo esté incorporado, agregar el siguiente y continuar batiendo.
3. Hacer rosquillas con la masa (con una manga pastelera o a mano, con una cuchara, o incluso puedes usar una bolsa de plástico a la que le hayas cortado una esquina) en una bandeja con papel de horno.
4. Precalentar el horno a 250 grados, colocar la bandeja baja en el horno y hornear las rosquillas durante 14 minutos. Luego, reducir a 150 grados y hornear durante 20 minutos adicionales. ¡No abras el horno mientras se hornean las rosquillas! Una vez enfriadas, rellenarlas con el relleno y espolvorearlas con azúcar glas.

Para el relleno: Batir los huevos y el azúcar, agregar el extracto de vainilla, el pudin de vainilla, el almidón y 200 ml de leche. Cocinar los 300 ml restantes de leche. Cuando hierva, agregar la mezcla batida y cocinar como un pudin.

Enfriar la crema y batirla con la mantequilla cortada en cubos y ablandada a temperatura ambiente. Rellenar manualmente las rosquillas (cortadas por la mitad) o con una manga pastelera. ¡A disfrutar!