En un tazón, bate el huevo y el azúcar hasta que el azúcar se disuelva y se forme una mezcla cremosa. Tamiza la harina y la levadura en polvo, agrega la mantequilla y mezcla hasta obtener una masa suave, homogénea y compacta.
Enrolla la masa en film transparente y colócala en el refrigerador durante aproximadamente 40 minutos para que se endurezca.
Después de pasar el tiempo, corta un trozo corto de masa y forma largos cilindros con un grosor similar al de un dedo, luego córtalos en barras de aproximadamente 8-10 cm.
Coloca las barras en una bandeja forrada con papel pergamino y hornéalas en un horno precalentado a 180°C durante unos 12 minutos, lo justo para que se doren ligeramente (dependiendo del horno).
Derrite el chocolate y, con la ayuda de unas pinzas, sumerge completamente cada barrita en el chocolate derretido, una por una.
Colócalas sobre papel pergamino y deja que se enfríen y endurezcan por completo antes de servirlas.”