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Panecillos rápidos, suaves y esponjosos, se derriten en la boca, son muy deliciosos…

  1. En un tazón grande para amasar, coloca 500 g de harina, 1 cucharadita de sal, 1 cucharadita de azúcar y 2 cucharaditas de levadura seca. Mezcla bien para igualar los ingredientes.
  2. Luego, agrega 180 ml de leche tibia, 60 ml de agua tibia y, finalmente, 50 g de mantequilla derretida y 2 huevos batidos (con un tenedor). Amasa con las manos hasta obtener una masa suave y untuosa. Amasa durante unos 3-4 minutos hasta que obtengas elasticidad.
  3. Si la masa está pegajosa, agrega un poco de harina y continúa amasando, pero no exageres con la harina. La masa debe ser suave y ligeramente pegajosa. Cúbrela con papel film y déjala reposar a temperatura ambiente durante aproximadamente media hora, hasta que duplique su volumen.
  4. Luego, voltea la masa sobre una superficie de trabajo espolvoreada con un poco de harina y forma un cilindro. Córtalo en 10 partes y forma bollos o cilindros con cada porción. Colócalos en una bandeja forrada con papel pergamino y pincélalos con la mezcla de yema y leche.

 


 

  1. Espolvorea con sésamo por encima y deja reposar la masa durante unos 15 minutos. Mientras tanto, precalienta el horno a 200 grados Celsius.
  2. Hornea los panecillos durante unos 15-20 minutos, dependiendo de tu horno.