Pollo Parmesano
Primero, sazona las pechugas de pollo con sal, pimienta y la mitad del orégano.
Calienta una sartén a fuego medio-alto. Derrite la mantequilla y, para darle más sabor, agrega un poco del aceite de los tomates secados al sol.
Coloca las pechugas de pollo en la sartén. Cocina cada lado durante 3-4 minutos hasta que adquieran un hermoso tono dorado. Una vez cocidas, transfiérelas a un plato.
Usando la misma sartén, derrite una cucharada de mantequilla. Es hora de nuestra salsa. Agrega el ajo, la cebolla picada, los tomates secados al sol y el orégano restante. Déjalos sofreír hasta que estén fragantes.
Vierte la crema espesa, el caldo de pollo y espolvorea el queso Parmesano. Revuelve todo junto, permitiendo que los ingredientes se mezclen y la salsa se espese ligeramente. Sazona con sal y pimienta a tu gusto.
Agrega las espinacas frescas, dejando que se marchiten en la salsa cremosa.
Vuelve a colocar las pechugas de pollo en la sartén, dejándolas bañarse en la salsa durante 2-3 minutos adicionales.
Como toque final, espolvorea perejil fresco picado por encima.
¡Sirve bien caliente y observa cómo tu plato se convierte en el centro de atención en la mesa de la cena!