Este plato tiene a mi esposo enganchado, él lo ruega semanalmente.
4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel 1 taza de salsa César 1.5 tazas de queso Parmesano recién rallado Condimentos: Sal y pimienta, según tu preferencia Opcional para mayor cremosidad: 1/2 taza de crema agria
Pasos:
Comienza calentando tu horno a 375°F (190°C) y cepilla tu fuente para horno elegida con una capa ligera de aceite o spray antiadherente. Para asegurarte de que se cocine de manera uniforme y tenga un bocado tierno, usa un ablandador de carne para aplanar suavemente las pechugas de pollo hasta aproximadamente 1 pulgada de grosor. En un tazón, mezcla la salsa César con la crema agria (si la estás incluyendo). Sazona cada pechuga de pollo delicadamente. Cubre cada pieza con 1/4 de taza del queso Parmesano recién rallado y colócalas en la fuente para horno. Baña generosamente el pollo con la salsa. Espolvorea el queso Parmesano restante para obtener una costra dorada. Lleva al horno y hornéalo durante aproximadamente 25-30 minutos. Una vez que el pollo esté completamente cocido y tenga un tono dorado, estará listo. Consejo para servir: Espolvorea un poco de perejil fresco picado para darle un toque de color y sabor. Para elevar esta comida, considera acompañarla con verduras asadas en el horno o una ensalada crujiente de rúcula.