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“Un pastelito tierno y delicioso que se deshace en cada bocado: pastel danés.”

Disuelva un cubo de levadura fresca en agua tibia, agregue una cucharadita de azúcar y una cucharadita de harina, y deje reposar en un lugar cálido hasta que la levadura se active. Caliente la leche en una cacerola. Cuando la levadura esté activa, mézclela con la leche. En un tazón grande, prepare la harina, agregue la sal y el polvo de hornear, y mezcle bien. Agregue la mezcla de levadura con leche y agua a la harina y agregue la taza de aceite. Amase una masa suave y lisa. Coloque la masa en un recipiente para amasar y cúbrala con un paño seco y limpio. Deje reposar en un lugar cálido hasta que la masa duplique su tamaño.

Mientras la masa aumenta de tamaño, prepare los rellenos. Relleno 1: Bata la margarina con las 2 yemas de huevo hasta que quede cremosa. Relleno 2: Desmenuce el queso y mézclelo bien con la crema de queso. Relleno 3: Pique finamente el jamón y los pepinillos y mézclelos.

Cuando la masa haya duplicado su tamaño, vuelque sobre una superficie enharinada, amásela nuevamente y divídala en dos partes iguales. Extienda una de las partes en forma de rectángulo con un grosor de 0.5 cm. Luego, unte la mitad de Relleno 1 sobre el rectángulo, y luego aplique la mitad de Relleno 2 y la mitad de Relleno 3. Enrolle el rectángulo.

Presione el rollo con las manos para aplanarlo y darle la forma de un rectángulo más delgado. Corte el rollo aplanado en triángulos.

Coloque los triángulos en una bandeja para horno forrada con papel pergamino y cepíllelos con las claras de huevo batidas. Espolvoréelos con un poco de sésamo.

Precaliente el horno a 200°C y hornee los pasteles durante unos 20-25 minutos. Mientras se hornea la primera mitad de la masa, repita el proceso con la segunda mitad de la masa.

Con esta cantidad, obtendrá dos bandejas grandes.

Servir: Sírvalos calientes con yogur o cualquier otro producto lácteo de su elección.