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Pastel jugoso con sémola y mermelada que te hará desear un segundo pedazo, listo en 25 minutos.

  1. Precalienta el horno a 180 grados Celsius.
  2. En un tazón, bate los tres huevos con un tenedor o batidor de mano.
  3. Agrega el azúcar y el azúcar de vainilla y mezcla bien.
  4. Si tienes cáscara orgánica de limón o naranja, agrégala en la mezcla en muy pequeña cantidad. Este paso es opcional y depende de tus preferencias.
  5. Agrega la leche y mezcla bien con el huevo y el azúcar.
  6. Agrega el aceite y la sémola. Asegúrate de que la mezcla esté bien combinada y sin grumos.
  7. Agrega la harina y la levadura en polvo y mezcla hasta que todos los ingredientes estén bien combinados. Ten cuidado de no hacer grumos.
  8. Agrega la mermelada de albaricoque y mezcla nuevamente hasta que todo esté bien incorporado.
  9. Prepara un molde (aproximadamente 33×20 cm) engrasándolo ligeramente con aceite y espolvoreando un poco de harina en el fondo y los lados del molde.
  10. Vierte la mezcla preparada en el molde y extiéndela uniformemente por toda la superficie.
  11. Hornea el pastel en el horno precalentado a 180 grados Celsius durante aproximadamente 25 minutos. El pastel debe ser suave y jugoso cuando esté listo.
  12. Espolvorea el pastel con azúcar glasé por encima. También puedes hacer un glaseado con chocolate derretido a baño María y verterlo sobre el pastel si lo prefieres. Eso depende de ti, pero nos encanta así preparado, ya que tiene un sabor sencillo y delicioso.

El pastel se puede comer mientras aún está caliente, pero también es delicioso cuando se enfría. Permanece fresco durante 2-3 días si lo cubres bien con un paño de cocina o algo similar en temperatura ambiente.

Pero créenos, este pastel es tan delicioso que se comerá en un día y probablemente hagas otro al día siguiente.