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“Lo hice tres veces para la cena, un delicioso pan con un sabor increíble sin amasar.”

2 huevos, 1 vaso de yogur, 50 g de levadura, 200 ml de agua, 2 cucharadas de azúcar y 2 cucharadas de sal, harina según sea necesario (700/800 g), sésamo para espolvorear, 150 g de margarina o mantequilla.

Proceso: Coloque la levadura y el azúcar en agua tibia y mezcle. Deje que la levadura se active. Agregue los huevos, la sal y el yogur al harina, luego agregue la levadura activada y amase la masa.

Déjela reposar durante unos 5 minutos, luego estire la masa en un rectángulo grande de aproximadamente 5 mm de grosor. Unte con margarina o mantequilla y enrolle en un rollo. Corte el rollo en rodajas de 4-5 cm de grosor.

Coloque las rebanadas en una bandeja para hornear y deje que la masa suba hasta que se duplique su tamaño. Espolvoree con sésamo en la parte superior de cada rollo. Hornee en un horno precalentado a 200 grados hasta que se doren. Envuelva los panecillos horneados en un paño seco para que se enfríen un poco.